Las pesquisas llegaron a localizar su residencia habitual: Marbella. Los detenidos llevaban un alto nivel de vida, alquilaban apartamentos en zonas privilegiadas de la localidad andaluza, utilizaban vehículos de alquiler de gama alta y frecuentaban locales conocidos de la zona. Desde Marbella se desplazaban a otras provincias para dar sus golpes. Se alojaban en hoteles con documentaciones falsas.
A primeros de 2007, se detuvo en Madrid –en el momento en que presuntamente se disponían a cometer uno de sus robos- a dos de los componentes de la banda. En marzo se detuvo a otros dos, ambos de nacionalidad italiana. A raíz de las detenciones, se averiguó que la mayoría de los componentes del grupo habían huido a Nápoles. El intercambio de información de la Guardia Civil con la policía italiana permitió detener a más miembros de la banda. Posteriormente, se sucedieron dos arrestos más en Málaga hasta completar los once integrantes de la organización.