domingo, 18 de noviembre de 2007

Alonso, un filón publicitario


El piloto asturiano ha protagonizado tres de las diez campañas publicitarias más efectivas de este verano. Ha sido la imagen de el Banco Santander, la Mutua Madrileña y de la marca de relojes Tag Heder. Está claro que el turbulento e inesperado final del Mundial de Fórmula 1 ha resultado ser una gran mina de ingresos económicos para varios de los patrocinadores de Fernando Alonso.

El Banco Santander ha realizado un desembolso publicitario similar al del año pasado, pero a cambio ha conseguido un 40% más de notoriedad. Sus anuncios, en los que ha compartido planos con Pedro Martínez de la Rosa, han seducido fundamentalmente a los hombres de entre 25 y 54 años de clases altas.

La Mutua Madrileña, por su parte, ha repetido temporada con Alonso y ha conseguido duplicar los niveles de recuerdo con menor inversión. La campaña de esta empresa se ha centrado en televisión y ha conseguido una especial influencia en hombres de hasta 34 años y, al igual que en el caso anterior, de clases altas.

La tercera afortunada ha sido la firma de relojes Tag Heder, pues su notoriedad se ha visto incrementada en un 200% gracias a la campaña publicitaria de este verano. En este caso, las que más han retenido el nombre de la marca han sido las clases altas, especialmente, los hombres maduros.

Esta capacidad de Alonso para multiplicar la cuenta de resultados de sus anunciantes no es nueva, de hecho ya la conocíamos. Varios estudios ya habían descubierto que la mitad de los encuestados recuerda de forma espontánea al menos una de las compañías que patrocina al asturiano, porcentaje que se incrementa hasta el 75% si se ofrece una lista cerrada de empresas.

De esta forma, es evidente que el hecho de tener a Fernando Alonso como imagen de una marca reporta importantes beneficios para la empresa. Me alegro mucho por él y a ver si teniendo en cuentas todos estos datos aumenta el número de compañías que se interesan por el piloto asturiano, dejando un poco más de lado a los dichosos futbolistas, que están ya muy vistos.